En los últimos cinco años, el concepto de oficina virtual se ha ido afianzando en el sector empresarial mexicano. Mucha gente, sobre todo el hombre emprendedor, se desplaza cada vez con mayor frecuencia de un lugar a otro y eso hace que casi no use su oficina, pues prefiere visitar a sus clientes o estar en el centro de producción, el taller, de viaje, etcétera.
Especialistas señalan que los centros de negocios han crecido 300% en los últimos ocho años porque las compañías que proporcionan outsorcing facilitan los procesos, ya que esto le permite al empresario enfocarse en su negocio, dejando la parte administrativa en otras manos.
Las oficinas virtuales también tienen a su favor que no hay un desgaste económico. Si bien al inicio sus principales clientes eran nuevas empresas, sin una gran solvencia económica, hoy en día esto ha cambiado porque la mayoría de los ejecutivos se mueven constantemente y muchas reuniones se realizan en los centros de producción, los talleres, el domicilio de los clientes o en un sitio cercano a éstos.
Incluso, compañías que tienen sus propios corporativos están adoptando esta modalidad, pues la tecnología les permite estar cada vez más fuera de la oficina y atender sus asuntos desde donde se encuentren.
Sin embargo, los expertos dicen que las cuestiones de protocolo e identidad hacen necesaria la atención personal de recepcionistas, asistentes, gente que contribuya a dar una mejor imagen de la firma, y no depender sólo de la frialdad de la tecnología, ni tener que realizar reuniones en restaurantes o algún salón para conferencias.
Aquí es donde la oficina virtual cobra importancia para contar con un punto fijo donde se brinde apoyo de telefonía, mensajería, atención personalizada, salas de juntas, entre otros servicios.
La tendencia indica que cada vez serán más las oficinas satélite distribuidas en diferentes puntos de la ciudad o el país, a final de cuentas, la tecnología facilita el hecho de estar en cualquier parte, sin descuidar el negocio.
El ahorro también jugará un papel importante, en lugar de tener una oficina fija con un costo de 10 mil, 15 mil o 20 mil pesos, se podrá optar por las oficinas virtuales, con una fracción del costo, un servicio similar y el tiempo que se requiera, sobre todo, para cuando no existe un ingreso fijo.
Con alrededor de 30 firmas, el mercado de las oficinas virtuales está bastante competido, por eso cada vez ofrecen apoyos adicionales, así que es una buena opción para comenzar un negocio o hacerlo flexible.
Fuente: SoyEntrepreneur