El trabajo en el futuro

La forma de trabajar y de entender el trabajo evoluciona influida, entre otros factores como la globalización, los cambios económicos y sociales y la progresiva incorporación de las nuevas tecnologías. Una evolución que ofrece muchas ventajas y también nuevos y grandes retos para las marcas, que deben responder a sus consumidores cada vez con mayor rapidez y asertividad.

Para lograrlo, las empresas y marcas deben contar con un equipo de trabajo multidisciplinario, comprometido y cohesionado, pero además los empleados actuales y sus supervisores, deben estar conscientes de estos nuevos retos que enfrenta la organización como un todo y que precisamente tendrán incidencia en el desempeño de todos y especialmente entre quienes tengan mayor contacto con el ámbito digital.

Según The Valley Digital Business School, las diez tendencias que marcarán el futuro a nivel laboral en empresas, marcas y organizaciones son:

Big Data, Internet of Things, robótica, dispositivos móviles, etc.: Estas nuevas tendencias tendrán, sin duda, un impacto muy alto en el empleo del futuro. No sólo por la necesidad de contar con expertos que gestionen, controlen y actualicen todo aquello que tenga que ver con las mismas, sino también porque los procesos de trabajo también se verán afectados por conceptos como la movilidad y el trabajo en equipo.
Los Millennials, futuro del mercado laboral: Se trata de perfiles altamente preparados, versados en tecnología, que cuentan con una mentalidad disruptiva frente al modelo tradicional y que, según las predicciones, supondrán el 75% de la población activa en 2025. Buscan participar en la toma de decisiones, exigen transparencia en la gestión empresarial, no son partidarios de las jerarquías y creen en un sistema basado en la conciliación y la búsqueda de la felicidad. En definitiva, una generación que primará un entorno laboral donde se “desee” trabajar, no donde se “necesite” trabajar.
Productividad como mayor indicador de eficiencia:Menor sentimiento de control y mayor rendimiento son las principales razones que están llevando a las empresas a medir la eficiencia de sus empleados en términos de productividad y no en las horas que pasan en el lugar de trabajo. Esto permitirá una mejor gestión del tiempo, una mayor efectividad y un aumento de motivación de los trabajadores.
Gestión del talento:La competencia por el talento se está convirtiendo en una de las principales prioridades de las empresas. Muchas organizaciones están perdiendo a sus empleados más talentosos a manos de sus competidores, por lo que retener a este tipo de perfiles ayudando a que desarrollen su potencial, premiando su esfuerzo y contribución a la empresa o mediante la formación in company será clave.
Aumento de la movilidad:Con internet, cada vez será más habitual trabajar en otros lugares a parte de en la oficina. La movilidad empresarial otorga a los empleados la posibilidad de acceder a toda la información laboral, así como al escritorio corporativo, sin ningún riesgo y desde cualquier parte del mundo gracias a la proliferación de los dispositivos móviles. ¿Sus beneficios? Favorece la implicación de los empleados, mejora la conciliación, potencia la concentración y la creatividad y optimiza la gestión del tiempo.
Trabajo en equipo:Este dinamismo laboral provocará un cambio de tendencia del individualismo al trabajo en grupo. Una nueva forma de organizar las tareas en la que si todos trabajamos juntos compartiendo las mismas metas de la organización, los resultados serán mucho más satisfactorios. Facilita la creación de un clima de confianza, ayuda a compartir conocimientos, motiva y promueve la convivencia.
Mayor flexibilidad en el mercado de trabajo:Cambiar de funciones, trabajos y lugar de residencia será lo habitual. El empleo para toda la vida en una misma empresa morirá y será más habitual trabajar para varios empleadores y a través de redes de colaboración profesional. Predominará la flexibilidad porque la realidad y la vida en su totalidad serán cada vez más flexibles.
Auge del coworking y las oficinas virtuales: Se trata de una modalidad laboral que permite que varios profesionales independientes (autónomos, emprendedores, empresarios…) de diferentes sectores compartan un mismo espacio de trabajo, físico y virtual, ahorren costes de mantenimiento (luz, alquiler, internet…) y disfruten de un ecosistema de colaboración. La oficinas virtuales ofrecen la flexibilidad de trabajar desde cualquier sitio y estar disponible en cualquier momento, además de contar con un domicilio comercial y atención efectiva a los clientes. Supone un aumento de la flexibilización laboral y ayuda a fomentar la productividad y creatividad.
La mujer como nueva fuerza laboral:Las mujeres irán adquiriendo cada vez más puestos de poder, lo que llevará a que descienda la brecha entre géneros en cuanto a funciones de responsabilidad y salarios.
Preocupación por la salud y bienestar de los empleados:Las compañías han comenzado a tomar conciencia de la importancia de cuidar a su plantilla, para lo que es importante tener en cuenta su salud física y mental. Por ello, están comenzando a incluir entre sus políticas y beneficios ciertos servicios relacionados con la nutrición, la prevención del estrés y la gestión del estado anímico, los buenos hábitos en el día a día y la actividad física.

 

Nota publicada en: www.merca20.com

Oficinas virtuales: el futuro ya está aquí

Si hay un tema en el cual diversos investigadores de las organizaciones coinciden es que éstas son dinámicas y que lo único constante es el cambio. Y es que el vertiginoso avance tecnológico en un mundo globalizado ha hecho que las organizaciones hayan tenido que verse obligadas a adoptar nuevas herramientas tecnológicas y capacitar a sus trabajadores en el uso eficiente de ellas, como única alternativa para poder sobrevivir en el mercado.

Es así como las organizaciones usan diversas aplicaciones de software, sistemas operativos y una infraestructura de red compleja. Y los usuarios finales de la tecnología, los trabajadores, tienen acceso a un número creciente de dispositivos con capacidad de procesamiento (desde computadoras de escritorio hasta teléfonos celulares inteligentes) y conectividad. En un entorno de negocios altamente competitivo, las organizaciones necesitan ser capaces de hacer sus negocios desde cualquier lugar y en cualquier momento. Los proveedores de tecnología informática -fabricantes de software y hardware, y proveedores de servicios- son conscientes que su negocio depende en buena medida de responder a la necesidad de conectividad y acceso permanente del mundo empresarial. El concepto tradicional de oficina física, estática, con un computador, impresora y un teléfono encerrados entre cuatro paredes, está desapareciendo gradualmente.

Y es que el actual mundo de negocios altamente competitivo y cambiante mencionados hace que la tendencia hacia la desaparición de las oficinas físicas sea cada vez más fuerte en la medida en que las coordinaciones laborales ya no se limitan a la jornada ordinaria, sino a estar conectados y poder actuar y tomar decisiones en cualquier momento. Así mismo otro factor relevante es la reducción de costos para las organizaciones, donde el costo de mantener instalaciones físicas subutilizadas, sumado al tiempo improductivo que gastan los trabajadores en desplazarse desde y hacia sus lugares de trabajo, son factores a tener en cuenta para estimular a que los trabajadores laboren remotamente.

La tendencia hacia la “oficina virtual” es una realidad en muchos países del mundo, y todo indica que ira creciendo y fortaleciéndose, de tal forma que en un futuro no muy lejano el mayor porcentaje de trabajadores de oficina laboraran virtualmente, muchos como lo hacen actualmente desde la comodidad de sus domicilios, con los consiguientes beneficios para las personas, como el de poder estar más tiempo con sus familias, elemento fundamental y altamente valorado por los trabajadores.

Sólo en aquellas actividades laborales, que por su naturaleza la presencia física del trabajador sea imprescindible, serán las que se mantendrán bajo el formato tradicional aunque cada vez con un mayor soporte tecnológico, que les permitirá ser mas eficientes y eficaces, permaneciendo en sus puestos de trabajo el tiempo estrictamente necesario, dejando atrás las tradicionales largas jornadas de trabajo.
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Fuente: FORBES.

Peter F. Drucker, el padre del management

Peter F. Drucker, fue un pensador universal, analista de la realidad política, económica y social, y un educador nato. Si bien es considerado el “padre fundador” del management, se autonombró como escritor y “ecologista  social”. En sus libros y artículos, dedicados a explorar la naturaleza de las  organizaciones comerciales, gubernamentales y sin fines de lucro, predijo  importantes fenómenos como la privatización, la descentralización y el  surgimiento de la sociedad de la información, con su consecuencia: la necesidad  de un aprendizaje de por vida.
Nació en Viena el 19 de noviembre de 1909, cuando esta ciudad  era un centro económico y cultural, y se crió en el seno de una familia  intelectual. Su educación transcurrió en su país natal, en Londres y en  Francfort (donde obtuvo un doctorado en Leyes).

En su primer libro, The End of Economic Man (El fin del hombre económico), publicado en 1939, expuso sus razones sobre las causas del fascismo, y analizó las fallas de las instituciones establecidas. Planteó que la inseguridad, el miedo, la depresión y el desempleo (a los que llamó “los demonios”) producían un vacío que creaba las condiciones para la emergencia de un dictador, y fundamentó la necesidad de un nuevo orden social y económico. Drucker dijo más tarde que en esa época lo único que hacía bien era observar fenómenos y preguntarse qué significaban. “En 1933 ya sabía cómo terminaría Hitler, y entonces empecé mi primer libro, que no pudo ser publicado hasta 1939, porque ningún editor quería aceptar tan horribles visiones.”

En 1942, en su segundo libro, The Future of Industrial Man (El futuro del hombre industrial), analizó la cuestión de la posibilidad de la libertad individual en una sociedad industrial. Para esa época ya había comenzado a trabajar como consultor, la profesión que lo acompañaría a lo largo de su vida, asesorando a grandes y pequeñas empresas, agencias gubernamentales y organizaciones sin fines de lucro, en los Estados Unidos, Europa, América latina y Asia.
El punto de partida en su trabajo como pensador del management lo constituyó, en 1946, su libro Concept of the Corporation (El concepto de la corporación), donde analizó a una de las mayores corporaciones estadounidenses, la General Motors, y mostró la importancia de la descentralización para el crecimiento y el fortalecimiento de una compañía. La descentralización permitía crear grupos más pequeños y más seguros de la importancia de su propia contribución. El éxito de esta obra demostró que en esos años había un gran interés por la gestión.
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Fuente: Cooperación Universitaria para el Desarrollo.