Todos los emprendedores actúan desde un interés personal para mejorar su calidad de vida y el entorno. Por más mercantilista que sea la finalidad de un startup, este brinda la oportunidad de crecer a sus empleados y dueño; dejando a un lado las pretensiones que puede tener una gran empresa. Sin embargo, los emprendimientos sociales son la verdadera mano para ayudar al mundo. A continuación, presentaremos una serie de argumentos que lo demuestran.
El emprendimiento social es la verdadera mano para ayudar al mundo, esto se debe a que brinda una oportunidad a los sectores más desfavorecidos para incrementar sus conocimientos y mejorar su calidad de vida. Esta clase de proyectos sociales otorga una satisfacción personal y monetaria a quienes los ejecutan, mientras empoderan a quienes más los necesitan.
La temática que abarcan los emprendedores sociales es muy amplia. No es necesario trabajar siempre temas como la baja escolaridad o la mal nutrición. Existen numerosos nichos sociales que deben ser atacados y complementados como pueden ser educación laboral, proyectos de ingeniera para mejor los elementos demográficos de una región, así como las sustentabilidad del medio ambiente.
Sin embargo, más importante que esto es el ciclo de organización que convierte al emprendimiento social en la verdadera mano para ayudar al mundo. La organización-capacitación y acción es donde reside la sustentabilidad del proyecto; estos elementos serán el paso inicial para empoderar a las personas y que ellas mismas sean capaces de crear nuevas iniciativas que solucionen sus problemas inmediatos. Desde cualquier punto de vista, el emprendimiento social es un agente de cambio que debe ser impulsado por los estados y las personas motivadas hacerlos. Si tienes una idea que pueda ayudar a otros no dudes en ponerla en práctica y cambiar al mundo.