Si hay un tema en el cual diversos investigadores de las organizaciones coinciden es que éstas son dinámicas y que lo único constante es el cambio. Y es que el vertiginoso avance tecnológico en un mundo globalizado ha hecho que las organizaciones hayan tenido que verse obligadas a adoptar nuevas herramientas tecnológicas y capacitar a sus trabajadores en el uso eficiente de ellas, como única alternativa para poder sobrevivir en el mercado.
Y es que el actual mundo de negocios altamente competitivo y cambiante mencionados hace que la tendencia hacia la desaparición de las oficinas físicas sea cada vez más fuerte en la medida en que las coordinaciones laborales ya no se limitan a la jornada ordinaria, sino a estar conectados y poder actuar y tomar decisiones en cualquier momento. Así mismo otro factor relevante es la reducción de costos para las organizaciones, donde el costo de mantener instalaciones físicas subutilizadas, sumado al tiempo improductivo que gastan los trabajadores en desplazarse desde y hacia sus lugares de trabajo, son factores a tener en cuenta para estimular a que los trabajadores laboren remotamente.
La tendencia hacia la “oficina virtual” es una realidad en muchos países del mundo, y todo indica que ira creciendo y fortaleciéndose, de tal forma que en un futuro no muy lejano el mayor porcentaje de trabajadores de oficina laboraran virtualmente, muchos como lo hacen actualmente desde la comodidad de sus domicilios, con los consiguientes beneficios para las personas, como el de poder estar más tiempo con sus familias, elemento fundamental y altamente valorado por los trabajadores.
